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domingo, 10 de abril de 2011

Animales en la investigación médica

Animales en la investigación médica: una atrocidad pseudocientífica


“Nadie se da cuenta mejor que los propios vivisectores de que las torturas sistemáticas que practican, sean cuales sean sus motivos y sean cuales sean sus resultados, no serían aceptadas por la gran mayoría de la gente, sin importar el grado de egoísmo de ésta, si todo el mundo estuviera plenamente informado. Esa es la razón por la que insisten en trabajar detrás de puertas cerradas, incluso en Estados Unidos. Tal actitud debería ser suficiente para descalificar su postura.” –Hans Ruesch





¿Qué es la vivisección?

Literalmente significa el corte de animales vivos, pero hoy en día es un término que abarca toda clase de experimentación con animales. Esto incluye las pruebas de medicamentos o de otras sustancias químicas, experimentos psicológicos, tales como la privación de comida, de agua, y de sueño, o la aplicación de descargas eléctricas. También se podría incluir la mutilación, o la práctica de remover quirúrgicamente partes de un animal e injertarlas en el cuerpo de otro.
Actualmente, existen varias definiciones: “La vivisección se refiere a todo tipo de experimentación en animales vivos, se hagan cortes o no”. (Enciclopedia Americana, Edición Internacional, 1974). Y “En términos generales, es cualquier forma de experimentación con animales, especialmente cuando provoca agonía. (Merriam webster, 1963).

¿Cuántos animales son utilizados?

Ésta no es una pregunta fácil de responder debido a los secretos que encierra la vivisección. En Gran Bretaña, las estadísticas del propio gobierno indican una disminución del número de experimentos, de alrededor de 5 millones a mediados de los años 70, a alrededor de 3 millones hoy en día. 
En el 2004, las cifras de los informes de Estadísticas de Procedimientos Científicos en Animales Vivos (Statistics of Scientific Procedures on Living Animals) indican que se realizaron 2.78 millones de “procedimientos”, más de 60,000 el año anterior, realizados en cientos de establecimientos autorizados para realizar experimentos en todo el Reino Unido. Estos experimentos que causaron dolor, sufrimiento, agonía y daños permanentes fueron realizados para la “investigación médica” principalmente y para propósitos de enseñanza en menor medida.
La mayoría de los animales no recibió anestésicos. Los animales también son utilizados en la investigación militar, pero, desafortunadamente, a causa de los secretos encerrados en esta área de la investigación, el número de animales utilizados no está incluido en la cifra total, pero probablemente es muy numeroso.

¿Qué especies de animales son utilizadas y de dónde vienen?

La principal fuente son los criadores de animales de laboratorio. En 1993, doce tenían instalaciones en el Reino Unido, autorizados solamente para criar animales con ese propósito, mientras que a algunos de los establecimientos autorizados para realizar experimentos les fue permitido criar y abastecer a los laboratorios.
En Gran Bretaña, los animales utilizados supuestamente son, por ley, criados con ese propósito, aunque hay evidencia que indica que animales callejeros o abandonados (“macotas”) terminan en los laboratorios de vivisección. En muchos estados de Estados Unidos los vivisectores pueden obtener animales de las “perreras” de forma legal.*
La gran mayoría de los animales utilizados son ratas y ratones. Estos inteligentes y sensibles animales son utilizados como materia prima experimental. También se utilizan gatos, perros, aves, peces, animales de granja (caballos, vacas y ovejas), hámsters, cobayas, monos, tortugas, armadillos y hurones. En realidad, es difícil que alguna especie haya escapado de las manos de los vivisectores.

¿Por qué se utilizan animales para los experimentos?

La presunta intención de quienes realizan y permiten la experimentación con animales es que supuestamente ayudan a encontrar tratamientos efectivos y “curas” para enfermedades humanas y para proteger a la gente de sustancias químicas que podrían resultar peligrosas para su salud. Ésta es la premisa fundamental por la cual la vivisección no sólo ha existido por más de cien años, sino que se convirtió en la gigantesca industria que existe hoy en día.
Pero un análisis más detallado de los hechos no justifica la argumentación de aquellos que dicen que la investigación con animales es “un mal necesario”. Que no se puede escoger entre “un perro o un bebé”, como los defensores de la vivisección nos quieren hacer creer. Ciertamente, no se necesita ser un experto para darse cuenta que la vivisección es, como dice el ex vivisector y profesor Pietro Croce, un “error metodológico”, el cual ha llevado a la medicina por mal camino y que, finalmente, nunca será un beneficio para las personas.
  
¿Por qué la investigación con animales no puede ayudar a la gente?

La continuidad de la vivisección está basada en tres argumentos básicos.
El primero, que es posible recrear una enfermedad en un animal; lo que los vivisectores llaman un “modelo animal” de una enfermedad humana. Sin embargo, es imposible. Por ejemplo, para tratar de recrear artritis humana en un animal, los vivisectores inyectan químicos en sus articulaciones, y así obtienen los síntomas de la artritis: inflamación dolorosa de las articulaciones. Y se aplican descargas eléctricas en cerebros de monos al intentar la réplica de la epilepsia humana, y así se producen algunos de lo síntomas de la epilepsia, como convulsiones y crisis epilépticas. 
La pregunta sigue siendo: ¿estas enfermedades creadas artificialmente tienen algo en común con las enfermedades que ocurren de manera natural en los humanos? Obviamente, la respuesta es: no, no tienen nada en común. Las enfermedades mencionadas anteriormente surgen de manera espontánea en los seres humanos, a veces, debido a factores desconocidos, aunque sabemos que la exposición a ciertos factores ambientales y estilos de vida no saludables durante varios años son el origen de muchas de las enfermedades que afligen a la humanidad. De cualquier modo, no tienen nada en común con las enfermedades creadas en los animales en laboratorios. Los humanos no desarrollan artritis por inyecciones de sustancias químicas en las articulaciones, tampoco desarrollan epilepsia como resultado de descargas eléctricas en el cerebro. Del mismo modo, un cáncer creado artificialmente en un animal no es de ninguna manera el mismo cáncer desarrollado espontáneamente en un ser humano.
En resumen, ¿cómo demonios podemos encontrar tratamientos mediante el estudio de animales que ni siquiera tienen la enfermedad desarrollada de manera natural? La respuesta es que no podemos. Recordemos también que a menudo los vivisectores hablan acerca de la creación de enfermedades “similares”, pero en el mundo de la ciencia verdadera la palabra “similar” no tiene sentido. La trágica consecuencia de la obsesión de los investigadores ha llevado a la medicina por mal camino una y otra vez. De por sí, la salud humana está empeorando en muchas áreas, y mucha gente padece de mala salud más que nunca, mientras que las curas, que nos prometieron que llegarían por resultado de la experimentación en animales, están tan lejos como lo estuvieron hace muchas décadas, a pesar de los gastos colosales y de las vidas de los animales. 
La segunda afirmación falsa de los defensores de la vivisección es que es posible aprender sobre el cuerpo humano y sobre cómo trabaja, al observar animales cuadrúpedos, peces y/o aves.  Por ejemplo, los intentos de los vivisectores para aprender más acerca del sistema inmunológico del ser humano (el sistema natural que nos protege de las enfermedades) por medio de la experimentación con animales, pero el sistema inmunológico de los animales es diferente del de los humanos. Los perros pueden beber agua de charcos sin correr ningún peligro, mientras que los gatos pueden limpiarse a sí mismos lamiendo la suciedad de sus cuerpos y las ratas pueden prosperar en la suciedad de las alcantarillas.
Pero no sólo el sistema inmunológico es diferente del de los animales, sino que también lo es el sistema cardiovascular. La estructura de nuestra piel, de nuestros ojos, de nuestros músculos y huesos también es diferente. Socialmente también somos diferentes y tenemos necesidades alimentarias distintas. Todas las especies son distintas genéticamente.
La tercera afirmación falsa que apoya a la vivisección es que es posible predecir reacciones humanas ante medicamentos y otras sustancias químicas al probarlas en animales. Sin embargo, en los animales no se pueden predecir las repuestas a los medicamentos debido a las diferentes reacciones que tiene cada especie y a las diferentes velocidades en las cuales los medicamentos son eliminados de sus cuerpos. En el Reino Unido todos los medicamentos son probados en animales antes de proveerlos a las personas. La consecuencia de esto es que los periódicos están reportando, casi diario, la eliminación de algún medicamento o también algún otro efecto adverso que, a veces, ha provocado horribles y paralizantes efectos secundarios y hasta la muerte. De hecho, un estudio del Diario Médico Británico (British Medical Journal) informó que unas 10,000 personas podrían estar muriendo cada año como resultado de medicamentos “seguros” en el Reino Unido, con un costo para el Servicio Nacional de Salud Británico (National Health Service) de cientos de millones de libras. Probablemente, la verdadera situación es mucho peor.
Recientemente, hubo un caso muy mencionado de un medicamento que causó terribles efectos secundarios en seis hombres y que posteriormente fueron trasladados a cuidados intensivos. Los responsables de realizar las pruebas de ese medicamento parecían asombrados que  tal cosa pudo haber sucedido, considerando que el medicamento había pasado por todas las pruebas con animales. La realidad es que los medicamentos “seguros” están provocando la muerte y dañando a un innumerable número de personas cada año, precisamente porque las pruebas con animales son  incapaces de predecir la reacción que tendrán los seres humanos. 
Se estima que en los hospitales, una de cada seis camas está ocupada por una persona a la cual le fue prescrito un medicamento “seguro”, mientras que un 40% de los pacientes sufren de efectos secundarios como resultado de los medicamentos que les son prescritos.
En EE. UU., en sólo un año 100,000 personas murieron por medicamentos prescritos y otro 1.5 millones de personas fueron hospitalizadas como consecuencia de los medicamentos recetados por sus médicos.
Los experimentos con animales no sólo no pueden dar una predicción real de las reacciones al medicamento sino que también debería ser recordado que es imposible saber si los animales estaban sufriendo muchos efectos secundarios, aún si reaccionaran del mismo modo que los humanos, los animales no pueden hablarnos. Por ejemplo, sería imposible saber si un animal estaba sufriendo depresión o alucinaciones.

También debe considerarse lo siguiente:

Incluso especies de animales “similares”--ratas y ratones-- han mostrado variar en sus reacciones enormemente en experimentos idénticos.
Esos experimentos idénticos en especies similares han tenido resultados diferentes como consecuencia de haber tenido diferentes materiales para dormir en sus jaulas.
Cuando 19 agentes carcinógenos del ser humano (sustancias conocidas por causar cáncer al ser humano) fueron probados en animales, se descubrió que sólo 7 provocaron cáncer; un éxito de tan sólo el 36.8 % -- de hecho uno podría obtener mejores resultados si se lanzara una moneda y, por lo menos, se acertaría el 50 % de las veces.
Pero no sólo los medicamentos y las vacunas son “probados” en animales; algunos contaminantes del medio ambiente se les considera como inofensivos después de ser probados en animales, lo cuales posteriormente causan daño a la salud humana. A principios de los años 90, hubo mucha difusión acerca del pesticida llamado benomilo, que ha sido señalado como la causa de los nacimientos de bebés sin ojos, mientras que la preocupación se ha planteado con relación a los organofosfatos que causan problemas de salud a los granjeros que están expuestos a insecticidas.
Se sospecha que el carbaril, otro pesticida, es la causa de tumores cerebrales en niños y de la disminución en la producción de espermatozoides.

       
Víctima del Benoxaprofeno –un medicamento probado “satisfactoriamente” en animales….



El factor que conecta a estas peligrosas sustancias químicas es que todas han sido clasificadas como “seguras” después de haber sido probadas en miles de animales, demostrando que no puede haber una peor forma de probar químicos nuevos . Y aunque ocasionalmente la ingesta forzada de cantidades masivas de estas sustancias han dado  resultados similares en animales de laboratorio, expuestos al medicamento de la compañía Chemie Gruenenthal, después de que su medicamento, la Talidomida, causó severas malformaciones en 10,000 bebés en los años 50 y en los años 60, cualquier sustancia, ingerida en grandes cantidades, incluyendo la sal o el azúcar, eventualmente alterará el organismo lo suficiente para causar cáncer o deformidades. Finalmente, si una u otra especie animal reacciona al medicamento del mismo modo que un humano es sólo después de su propia reacción.
El “valor” de los experimentos en animales para probar químicos nuevos es su flexibilidad. No sólo proporcionan la facilidad para que los medicamentos potencialmente peligrosos se consideren “seguros”, sino que también sirven para justificar cuando provocan daños a la gente. En esos casos, los fabricantes de los  medicamentos sólo dicen que “se han hecho todas las pruebas de seguridad”. Como explicó el profesor Croce en Vivisection or science; a choice to make, cualquier sustancia puede ser “segura” dependiendo en qué especies animales ha sido probada.
El hongo Amanita, que es mortal para los humanos, es un manjar para los conejos.
Los gatos morirán si son alimentados con limones, al igual que si ingieren la Aspirina.
El olor del ácido prúsico puede matar a una persona, mientras que para los sapos y ovejas resulta un poco embriagante.
La penicilina, que es inofensiva para los humanos, es mortal para las cobayas.
El arsénico, sustancia favorita de los asesinos, puede ser tolerado por las ovejas.
La vitamina C es esencial para los humanos. Si se elimina de la dieta de perros, gatos y ratas, se mantendrán saludables, ya que su organismo produce su propia vitamina C.
En otras palabras, ya que la vivisección no es ciencia, y ya que representa un método de investigación no sólo inútil, sino también peligrosamente erróneo, ¿cuál es el punto de tratar de encontrarle una “alternativa”?, ¿podría ser un método igual de inútil? La respuesta es que primero la vivisección debe ser abolida para que los métodos genuinos de investigación aplicable a los seres humanos puedan ser introducidos o desarrollados, al utilizar los bastos recursos que actualmente son desaprovechados.

ALGUNOS MEDICAMENTOS “COMPLETAMENTE SEGUROS”:

El Clioquinol provocó ceguera y/o parálisis en por lo menos 30, 000 personas, mientras miles más murieron.
 La Isoprenalina utilizada en aerosol en los inhaladores para asmáticos provocó la muerte de por lo menos 3, 500 niños.
 El Eraldin causó daño de córnea, ceguera y 23 muertes.
 El Opreno fue el responsable de 61 muertes y de lesiones serias en 3, 000 personas.
 En los años 80, los medicamentos para el corazón Ecainida y Flecainida causaron unas 3, 000 muertes.
 El Orabilex causó daños en riñones y algunas muertes.
La Metacualona causó trastornos psíquicos severos y provocó por lo menos 366 muertes, principalmente por asesinato o suicidio.
 El Estilbestrol causó cáncer en mujeres jóvenes.
 Los medicamentos para el asma, provocan la muerte de alrededor de 2, 000 personas cada año.
Hay más, muchos más, incluyendo la Talidomida, el  Zelmid,  el Manoplax, el Zomax, el Suprol, el Osmosin, el Flosint, el Debendox y el Myodil. 

¿No son las vacunas el resultado de los experimentos con animales?

En efecto, las vacunas son desarrolladas y probadas en animales por seguridad.
Sin embargo, a pesar su aceptación casi universal por la gente y por los médicos, no hay ni una sola prueba que respalde la afirmación de que las vacunas son seguras o eficaces.
Por el contrario, hay pruebas abrumadoras que demuestran que las vacunas resultan tanto ineficaces como peligrosas. Nos dieron como “prueba”, en cuanto al supuesto valor de las vacunas, que la viruela fue erradicada gracias a la vacunación, y sin embargo, los hechos no corroboran lo anterior. En 1838, una campaña de vacunación masiva causó un fuerte brote de viruela, por lo tanto fue prohibida. Las muertes disminuyeron rápidamente y hubieran disminuido a cero alrededor de 1870 si no hubiera sido por el parlamento que fue persuadido para imponer la vacuna de la viruela en 1867, provocando una gran epidemia de viruela nunca antes vista, con 42 mil muertes por año. Después, la enfermedad disminuyó de manera natural y fue eventualmente eliminada por aislamiento, la mejora de las condiciones de salubridad y la higiene en los años 20.
La viruela, como todas las enfermedades infecciosas, fue erradicada por factores sociales y no por vacunación. Y aún hoy en día, estas enfermedades --a pesar de las campañas de vacunación masiva-- comienzan a aumentar de manera alarmante cuando la higiene, la buena alimentación y la sanidad disminuyen, como ocurre actualmente en algunas partes de Occidente con la tuberculosis. Los resultados de una vacuna BCG “antituberculosa” aplicada en India en los años 70, demostró que no sólo no previene la enfermedad, ¡sino que hubieron más casos de tuberculosis en los grupos que fueron  vacunados que en los grupos de control que no lo fueron!
Según algunos científicos, médicos, y profesionales dentro de la comunidad de salud alternativa, los efectos conocidos o sospechados de la vacunación incluyen asma, eczema, esclerosos múltiple, alergias, cáncer, leukaemia, muerte infantil, meningitis y diabetes juvenil, así como comportamiento violento, hiperactividad, dislexia, autismo y retraso mental. Esto está respaldado por la realización de las vacunas compuestas a través de una selección de moco, orina, heces, sangre, aluminio, mercurio y formaldehídos que representan una agresión a aquellos cuyo sistema inmunológico está, a menudo, en su etapa más crucial de desarrollo.
Además, existe la amenaza de una vacunación de virus de animales que se transmiten a los humanos, como sucedió en los años 50 y en los 60 cuando millones de personas fueron infectadas por vacunas contra la polio contaminadas con el virus SV40 (causante de cáncer) que no fue detectado en los órganos de los monos que fueron utilizados para preparar la vacuna.

¿No es gracias a los experimentos con animales que ha aumentado la esperanza de vida?

Aunque la esperanza de vida apenas ha cambiado entre los de mediana edad en cincuenta años, el número de personas afectadas por enfermedades ha aumentado.
Dice lo siguiente el defensor de la salud Patrick Rattigan:
“…Hoy en día una cuarta parte de la población tiene enfermedades permanentes. Enfermedades tales como cáncer, diabetes, artritis, alergias, enfermedades mentales, enfermedades cardíacas, y muchas otras más. Sabemos que existen más de 30,000 enfermedades y están aumentando“.
“Los defectos de nacimiento aumentaron un 15% en cinco años, mientras que el 14% o tiene o tendrá cáncer, se espera que la cifra aumente a 50% para el año 2020. Si la actual “investigación“ no se abandona a favor de la prevención del cáncer y a favor de la investigación clínica genuina, es posible que el cáncer afecte al cien por ciento de la población en el próximo siglo, a pesar del hecho de que se calcula que el 85% de los cánceres son prevenibles.”
“La leucemia, el asma, la diabetes, la epilepsia, la depresión, el alcoholismo, la violencia social, la delincuencia, y los problemas de aprendizaje están fuera de control”. 

Mono inmovilizado en un aparato esterotáxico.



¿Pero de dónde vienen las enfermedades?

Aunque los estilos de vida pobres pueden ser los culpables de un alto porcentaje de las enfermedades que nos afligen, los productos de los laboratorios de vivisección --medicinas, vacunas, pesticidas, herbicidas y decenas de millones de otras sustancias químicas-- también son culpables de la mala salud; Todas esas sustancias se han clasificado como “seguras” al probarse en animales, algunas son culpables del daño ambiental, contaminación de los ríos, lagos, y suelo, al matar animales, aves, árboles y peces. 

¿Existen alternativas para la experimentación con animales?

El profesor Croce resumió en su libro Vivisection or science; a choice to make “¿Hay métodos que ofrecen una alternativa a la vivisección? ¡Claro que no! La razón exacta por la cual decimos que no hay “alternativas” para la vivisección es que un método tiene como objetivo reemplazar a otro y que debe tener las mismas características. Pero sería difícil encontrar (en el campo de la investigación biomédica) algo igualmente falso, engañoso y erróneo como la vivisección ha sido en el pasado, y continúa siéndolo en el presente”. 
Y es un hecho que algunos de estos métodos genuinos ya existen, incluyendo técnicas en tubos de ensayo, en células humanas, tejidos y cultivo de órganos, computadoras, epidemiología e investigación clínica --el estudio de los seres humanos que desarrollan enfermedades espontáneamente y el cual es responsable de todos los avances en medicina a lo largo de los años. Pero de ninguna manera deben ser confundidos con los métodos falsos y engañosos de la investigación realizada en los laboratorios de vivisección.

¿Qué leyes protegen a los animales de laboratorio?

Las leyes que regulan los experimentos con animales están regidas en el Animals (Scientific Procedures) Act of 1986. En teoría, estas leyes están establecidas para asegurar que sólo sea “necesario” el uso de animales cuando no haya otra opción disponible, a través de una serie de permisos que deben tener vivisectores e instituciones que practican la vivisección. Supuestamente, también deben proteger a los animales del abusos a través inspectores del Home Office, pero cuyo número es mínimo comparado con el número de instituciones y personas con permisos para llevar a cabo experimentos con animales. Pero mucha gente argumenta que las leyes fueron establecidas principalmente para proteger a los vivisectores, y de hecho hay que señalar que el Act prohíbe revelar lo que ocurre en los laboratorios de vivisección.
Sin embargo, lo más importante es que, independientemente de cualquier número de  leyes que podrían estar establecidas supuestamente para proteger a los animales de laboratorio, los animales no deben estar en los laboratorios por la simple razón de que la experimentación animal no es ciencia y de que no tiene ninguna utilidad para las personas enfermas. 

Si los experimentos con animales son inútiles, ¿por qué siguen existiendo?

La simple respuesta es que siguen existiendo por dinero. Una industria enorme ha sido construida alrededor de la vivisección, la cual depende completamente de la gente que no sabe la verdad.
Hay cientos de proveedores de animales de laboratorio, uno de los más grandes es Charles River en EE. UU. Y tiene filiales en todo el mundo. Esta industria alimenta a millones de ratones y otros animales por sí sola, y al hacerlo produce una ganancia de aproximadamente 12 millones de dólares cada año. Esto es, simplemente, un gran negocio.
 Cientos de otras empresas proveen jaulas, comida, material para las jaulas, aparatos para experimentos, bebederos, electrodos, bisturís, dispositivos de retención, etc.
 Las innumerables corporaciones químicas y farmacéuticas de ganancias multibillonarias son dependientes no sólo de un estado de “sin cura”, sino también de las engañosas pruebas con animales.
 Pero para asegurar la continuación de esta industria multibillonaria, la verdad es raramente revelada. Las nuevas agencias son bombardeadas con informes de grandes avances que se encuentran “a la vuelta de la esquina” --que usualmente implican vivisección. ¿Pero cuántos de nosotros nos detenemos a pensar en el futuro? o simplemente ¿qué pasó con aquellos “grandes avances” que nunca han llegado? Las opiniones que difieren de la vivisección pocas veces tienen acceso a los principales medios de comunicación, lo cuales, debemos recordar, dependen en gran medida de la publicidad para su perduración. Gran parte de estos anuncios (medicamentos, cosméticos, químicos, etc.) pertenecen a industrias que experimentan con animales para comercializar sus productos. El BAVA también ha revelado la influencia empleada dentro de los principales medios de comunicación, tales como la BBC, la cual tiene varios vínculos cercanos con la industria de la vivisección, sus defensores, y un grupo de presión: el Research Defence Society
(El Research Defence Society es un grupo de presión cuyo objetivo principal es informar acerca del uso de animales de laboratorio y defender la vivisección en medicina.)
  
¿Qué puedes hacer para detener la vivisección?

Infórmate.
Informa a los que te rodean, incluyendo tu familia y amigos a través de la información que se encuentra en la página www.vivisectionfraud.com
No compres productos probados en animales. Lee el reverso de los productos.
No contribuyas con las organizaciones benéficas que financian la vivisección.
 En el próximo año, otros tres millones de animales sufrirán y morirán en los laboratorios de experimentación, en pruebas tanto inútiles como crueles. El destino de esos animales está en manos de gente como tú. Tú tienes el poder de cambiar las cosas. Tal vez no es posible de un día para otro, pero si suficientes personas bondadosas exigen cambios, éstos llegarán sin duda alguna.
 Muchas grietas en el sistema están apareciendo. Más gente se niega a participar en los experimentos con animales, mientras que un gran número de médicos cuestionan la validez de estos experimentos con un nuevo informe de Europeans for Medical Progress que muestra que ahora más del 80% de los médicos tienen dudas acerca del valor de la experimentación con animales. Hoy en día, en algunos países, los estudiantes de medicina pueden decidir no participar en las clases que implican disección y vivisección, y muchas escuelas de medicina están abandonando sus laboratorios de vivisección.
 El debate sobre la vivisección está entrando en una arena política. Actualmente, más de 200 sociedades de protección médica han pedido una evaluación independiente de la importancia de la investigación con animales, dado el hecho que ningún estudio ha sido realizado para comprobar que la vivisección es científicamente válida, ¡a pesar del hecho de que nuestro sistema del cuidado de la salud está basado en ella!
 Mientras tanto, grandes campañas de Grass Roots, grupos a favor de los derechos de los animales y grupos antiviviseccionistas están persuadiendo a las compañías de evitar la mala publicidad al manifestarse frente a las instalaciones de experimentación con animales. Es evidente que algunos cambios significativos ya están ocurriendo, pero la abolición de la vivisección depende de mucha gente que se haga escuchar.
Por favor, ayúdanos a acabar con la vivisección.


El contenido de este libreto es parte del libro Animals in Medical Research: A Necessary Evil?




* En México, muchos de los animales que llegan a los antirrábicos o “perreras” tienen como destino final los laboratorios de vivisección. “En los antirrábicos de nuestro país está totalmente extendida la entrega de animales para investigación…” afirma la periodista Liliana Dircio en su reportaje, y añade más adelante: “De hecho, es uno de los motivos para realizar redadas caninas: la entrega de animales a laboratorios”. Para más información véase el reportaje: “Binomio de crueldad: antirrábicos y experimentación animal en la Ciudad de México” de Liliana Dircio, en la revista Tiempo Animal No. 1.